El consumo de energía es uno de los mayores
causantes de emisiones de dióxido de carbono en la Tierra. Cada vez que dejamos
una luz encendida, estamos contribuyendo a acelerar un gran problema: el temido
cambio climático. ¿Sabes qué pasa cuando apagas la luz en tu hogar durante por
lo menos una hora?
Con un simple cambio en tu actuar y en el
de tu familia pones de tu parte para mejorar la salud del planeta y, por ende,
la de todos los seres que vivimos en ella. Así como sembrar un árbol es un acto
maravilloso, también lo son apagar, desconectar, reutilizar y reciclar.
Piensa en tu casa. Pregúntate cuántos
electrodomésticos tienes prendidos al mismo tiempo y si los usas realmente, si
son necesarios. ¿Estás trabajando en el portátil mientras ves televisión? Y si
a eso le sumas que se te olvido apagar la luz del baño y que cuando fuiste a la
cocina por algo de comer dejaste la nevera abierta varios minutos. La lista
puede seguir, ¿verdad?
Ahora, imagina que apagas la luz en tu casa
durante una hora. ¿Has pensado cuánto puedes ahorrarle al planeta y, de paso, a
tu bolsillo?
Iluminación de tu casa u oficina
Los bombillos y las lámparas representan
aproximadamente el 20 % de tu factura de luz. Piensa qué pasaría si apagas las
luces innecesarias.
Primero hagamos unos cálculos. Imagina uno
de tus bombillos de 100 W (vatios). Ahora, 100 W es igual a 0.1 kW
(kilovatios). Tu proveedor de energía te cobra con base en el consumo de kW por
hora. El precio varía, pero supongamos que te cobra $400 el kW por hora.
Entonces, si tienes un bombillo de 100 W prendido durante una hora habrás
consumido 0.1 kW, lo que te costará $400 pesos. ¿Cuántos bombillos tienes
encendidos? ¿Los requieres todos?
Imagina que tienes seis bombillos prendidos
durante seis horas. Estarías gastando $2400 por hora y, si esto se replica toda
la semana, serían $16 800. Todo el año te costaría $873 600 aproximadamente.
Más allá de esto, piensa no solo en el dinero, sino en lo que le ahorras al
planeta. El consumo de 100 kW por hora produce 65 kilogramos de dióxido de
carbono.
Uso de electrodomésticos
- Tu nevera es uno de los electrodomésticos que más consumen energía. Aléjala de la estufa, el horno y la luz solar. Además, asegúrate de que cierre bien; si el empaque está defectuoso podría gastar hasta tres veces más energía. Asimismo, revisa que el termostato de este electrodoméstico se adapte a tu clima puesto que cada grado de más que le pongas aumentará el consumo hasta 5 %.
- El computador es uno de los aparatos que, aun si solo está conectado, seguirá consumiendo energía. Dependiendo del equipo, puede consumir en promedio 15 W estando apagado, lo que equivale a tener una lámpara prendida. Desconecta tus electrodomésticos después de usarlos. A ellos les puedes atribuir por lo menos 15 % del consumo mensual que aparece en tu factura de servicios públicos.
Tips para evitar el desperdicio de energía
- Reemplaza las bombillas por focos ahorradores. Si cambias un bombillo de 100 W por uno ahorrador, puedes pasar de 180 kW por hora en un año a 36 kW por hora en el mismo tiempo. ¡Un ahorro de 80 % de energía!
- Aprovecha al máximo la luz natural y, cuando salgas de una habitación, apaga la luz.
- Cuando compres un electrodoméstico fíjate en su eficiencia energética. La letra A y el color verde están mostrando que es un aparato eficiente (hay algunos que pueden tener A+, A++ o A+++, lo que significa que son muy eficientes en términos de energía). Por otro lado, los electrodomésticos que tienen letra D o color rojo son menos eficientes.
- No enciendas la plancha para una sola prenda. Este es uno de los electrodomésticos que más consume energía. Tener la plancha prendida durante una hora puede equivaler a tener el televisor prendido por 20 horas, así que úsala con responsabilidad.
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